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Según las últimas noticias, fallecieron ocho personas y más de 1.000 se vieron obligadas a desplazarse de sus hogares desde que estalló hace varios días una ola de violencia en las provincias de KwaZuluNatal y Gauteng, incluidas sus capitales, Durban y Johannesburgo.
Establecimientos propiedad de inmigrantes están siendo blanco de ataques y asaltos y los enfrentamientos en las calles están obligando a cientos de extranjeros inmigrantes a buscar refugio en las comisarías de policía y centros comunitarios.
“Estos ataques xenófobos y racistas deben acabar de inmediato”, afirma la Secretaria General de la ISP, Rosa Pavanelli. “Condenamos enérgicamente a quienes alimentan esta violencia. En plena revuelta, debemos recordar nuestra humanidad y larga historia de lucha por el fin del apartheid. Instamos a todos los trabajadores y trabajadoras a unir fuerzas para poner fin a esta violencia. Reclamamos al gobierno sudafricano que tome la iniciativa por medios pacíficos”, añade Pavanelli.
El desempleo en Sudáfrica alcanzó en 2014 cotas del 25.5%. En el país reinan la pobreza y la desigualdad. El racismo y la xenofobia, que es el miedo al otro, están inexorablemente ligados a estos problemas sociales de desempleo, desigualdad y pobreza. Por lo tanto, es fundamental luchar contra racismo y la desigualdad y promover el acceso a los servicios públicos de calidad para toda la población.
“Los sindicatos de la ISP sudafricanos deben mantenerse unidos para poner fin a estos ataques sin sentido y a las fuerzas que los alimentan. Debemos continuar demostrando nuestro compromiso de lucha contra racismo y contra todas las formas de discriminación e intolerancia, guiados por el respeto a los derechos humanos y a nuestros principios sindicales de justicia social, igualdad, acción colectiva y responsabilidad. Mantengámonos unidos. ¿El racismo? ¡No es lo nuestro!” subraya Pavanelli.