Las soluciones a los problemas climáticos precisan una transformación profunda del paradigma de desarrollo socioeconómico vigente, incluido un cambio industrial. No se limita a adaptar los motores diesel para que contaminen menos o de la transición desde las energías fósiles a las renovables. Se precisa una redefinición del modelo predominante de producción y consumo. Debemos devolver al Estado y a los servicios públicos su papel de apoyo a nuestras comunidades y propiciar que trabajadores y sindicatos puedan participar plenamente en todas las fases de este proceso.