El análisis que aquí se presenta destaca el hecho de que la inversión en servicios públicos y prestaciones sociales es clave para el desarrollo social y económico, y es más eficiente que dejar que dichos servicios sean suministrados por el mercado. Demuestra la eficiencia económica de usar los impuestos para financiar gastos públicos en la infraestructura y los servicios que permiten y apoyan todas las demás actividades económicas. Demuestra que es factible aplicar impuestos mayores, y que las corporaciones, en especial, pagan impuestos en un nivel demasiado bajo.