Justicia Fiscal es un factor clave en la lucha contra la privatización. En toda la región, los gobiernos, la sociedad civil, los sindicatos y todos los ciudadanos están discutiendo la tributación: ¿quién paga, quién debe pagar; cuánto y por qué? Las preguntas sobre el aprovechamiento de dólares de los impuestos, a fin de mejorar las sociedades y construir un crecimiento, se encuentran en el centro de las discusiones sobre el crecimiento económico, el gasto público y los debates acerca de las elevadas deudas nacionales. Una tributación justa y progresiva es una demanda clave de nuestros afiliados.
Existen paraísos fiscales en la región de las Américas, utilizados por empresas que no quieren pagar impuestos. Algunos utilizan prácticas contables vagas y otros usan medios para evadir impuestos – y esto a menudo con la complicidad de los Estados que, a su vez, permiten el uso de mecanismos de contabilidad vagos. Las grandes empresas, bien conocidas – Microsoft, Amazon, Starbucks, FedEx, Google – que operan en casi todos nuestros países en la región, algunas de ellas con una presencia física, otras a través de servicios en línea – no pagan impuestos; ya sea en su país de origen o en las diversas capitales en todo el mundo. Es por eso que debemos exigir a los gobiernos una revisión de los acuerdos de no doble tributación firmados con los paraísos fiscales y pedirles que apoyen los acuerdos multilaterales de intercambio automático de información fiscal.
Los paraísos fiscales privan a los gobiernos de arrecadarem mil millones de dolares en ingresos cuando las corporaciones y particulares movien sus ganancias para las instituciones financieras en los países donde se pueden reducir sus obligaciones con el impuesto sobre la renta. Por ejemplo, el gobierno de Estados Unidos pierde alrededor de $ 150 mil millones en ingresos de impuestos federales debido a las empresas y los individuos ricos que envían su dinero a paraísos fiscales. Así que el gobierno toma esta carga mediante la reducción de los servicios públicos o la adición a la deuda nacional. La ISP Américas, por lo tanto, deberá:
- Utilizar su reputación global para construir campañas fuertes y poderosas de justicia fiscal (también vinculadas a campañas contra la corrupción);
- Asistir a los afiliados en mejorar su capacidad para investigar y analizar los sistemas fiscales en sus países;
- Trabajar con otros actores regionales a fin de construir un movimiento regional más amplio en favor de la justicia fiscal;
- Asistir a los afiliados en el desarrollo de materiales y herramientas para educar a los
activistas en justicia fiscal;
- Identificar a los afiliados clave para lanzar campañas anticorrupción;
- Asistir a los afiliados en preparar y promover la protección de los informantes.