We've moved to a new site!

Join us at publicservices.international - for all the latest news, resources and struggles from around the world.

We are no longer updating world-psi.org and it will be progressively phased out: all content will be migrated to the new site and old links will redirect eventually.

La ISP lanza la campaña «El derecho a la salud» en la subregión de Oceanía

28 Marzo 2017
Manifestación en Auckland. Foto: #coalición YesWeCare
El 15 de febrero, en una de las vías más concurridas de Auckland, Nueva Zelanda, un movimiento sindical unido lanzó la campaña de la ISP sobre el derecho humano a la salud en la subregión de Oceanía, bajo el lema «Yes we care» (Sí nos importa).

 

Algunos miembros de organizaciones afiliadas de la ISP, otros sindicatos y aliados de la sociedad civil se congregaron con doscientas pancartas de tamaño real con el fin de representar la brecha de empleo de 20 000 trabajadores sanitarios solo en Nueva Zelanda.

De acuerdo con los sindicatos de Nueva Zelanda, los 20 000 trabajadores sanitarios ausentes son resultado de un agujero valorado en 1.85 mil millones de dólares neozelandeses en el presupuesto sanitario nacional. La carga de este gasto no solo es asumida por los trabajadores sanitarios que se ven obligados a trabajar más para cubrir las necesidades existentes, sino por las comunidades y, especialmente, por los pueblos indígenas kiwis.

  • Uno de cada nueve kiwis no puede permitirse acudir a un médico. Esto afecta a medio millón de personas.
  • El tiempo de espera para cirugía ha aumentado en un 35% hasta 304 días, desde 2013.
  • 170 000 kiwis que necesitan cirugía no se encuentran en lista de espera.
  • Las derivaciones de problemas de salud mental han aumentado casi un 300% durante los últimos cinco años. Las personas que trabajan en el ámbito de la salud mental se esfuerzan por resolver esta situación.
  • 1.85 mil millones de dólares equivale a 7 400 médicos ausentes o 27 750 enfermeras que no pueden ayudar a salvar vidas, o 111 000 operaciones de cadera que no se realizan.

Glenn Barclay, uno de los secretarios nacionales de NZPSA, sostuvo que una reciente encuesta de consumidores sobre el coste de vida de Nueva Zelanda reveló que los gastos de salud constituían la mayor preocupación de los neozelandeses después de la vivienda.

Asumiendo una posición unida, «YesWeCare» insta al gobierno a que restablezca la financiación de la salud y garantice que todos los kiwis reciban la atención médica que precisan cuando lo necesiten.

Las afiliadas  de la ISP en Oceanía convinieron en que esto se producía en toda la región. La Asociación de Enfermeras de Fiji trabaja con la Asociación de Enfermeras y Parteras de Nueva Gales del Sur y la Organización de Enfermeras de Nueva Zelanda con el propósito de reforzar los argumentos y obtener un mejor salario para las enfermeras de Fiji. Mantener unas escalas salariales bajas y obsoletas hace que las enfermeras de Fiji deseen trabajar en el extranjero, lo que dificulta la retención de la fuerza laboral.

Salome Moala, de la Asociación de Enfermeras de Tonga, habló de la repercusión que tiene la escasez de médicos en las enfermeras, a las que se les pide cada vez más que cubran las necesidades. En Australia, los trabajadores sanitarios luchan contra la privatización de hospitales públicos y servicios para personas con discapacidad, quienes sufrirán la pérdida de personal mínimo obligatorio (la proporción entre enfermeras y pacientes) y la fragmentación de los servicios especializados.

En Nueva Zelanda y Australia, el recorte de gastos repercute en los servicios que ofrecen los trabajadores de servicios sociales, lo que incrementa la vulnerabilidad de sus comunidades. Un trabajador declaró que la realidad es que no disponen del dinero o de los recursos necesarios para realizar su trabajo.

Esto pone de relieve la necesidad de que la campaña mundial de la ISP sobre el Derecho humano a la salud inste a los gobiernos de todo el mundo a que inviertan en un futuro mejor para nuestras comunidades, destinando fondos a los servicios públicos sociales y de salud.

Este artículo es un extracto del boletín “Derecho a la Salud – número 01/2017”. Suscríbase al boletín informativo el “Derecho a la Salud”.

Envíenos sus artículos.

Ver también